La empresa desarrolla software para negocios y cuenta con más de 150 empleados.
La empresa enfrentó un problema relacionado con el comportamiento inaceptable de un empleado. Se notó que un trabajador del departamento de desarrollo mostraba una atención inapropiada hacia una compañera. La empleada informó a la dirección sobre el caso, pero no se encontraron pruebas claras de acoso.
Para esclarecer la situación, la empresa decidió utilizar el sistema de monitoreo «INSIDER». El servicio permite rastrear la actividad de los empleados en sus ordenadores, registrando todo mediante capturas de pantalla y un keylogger.
Los administradores del sistema configuraron el monitoreo de las acciones de ambos empleados y establecieron palabras clave como disparadores para el keylogger.
Durante dos semanas, el equipo de recursos humanos supervisó cuidadosamente el comportamiento de los empleados. Gracias al sistema, se lograron registrar varios incidentes que permitieron acusar al empleado de acoso.
La interacción entre los colegas fue interrumpida de inmediato y el desarrollador fue suspendido. La empresa decidió realizar formaciones periódicas para aumentar la concienciación sobre este problema, prevenir futuros incidentes y garantizar un entorno seguro y cómodo para su equipo.